El crematorio de Toledo, inaugurado el 14 de julio de 1999, cuenta con una superficie total de 1.125 m2 distribuidos en un edificio de tres plantas, totalmente accesible.
La primera planta dispone de dos galerías con 250 columbarios, cada uno con capacidad para 3 urnas cinerarias.
En la planta baja se encuentran la recepción, la sala de espera principal, el despacho de dirección, la sala de entrega de cenizas, sala de espera de familiares, la sala de restauración, almacén y un velatorio familiar con túmulo. En esta misma planta se encuentran las dependencias del horno-crematorio de cadáveres distribuidas en tres zonas: sala para celebrar el acto de despedida, con arreglo a las creencias del difunto o de sus familiares; la sala de introducción el cadáver al horno-crematorio; y la sala operativa del horno-crematorio con su cremulador.
Así mismo, en esta planta se encuentra el patio del recuerdo, una zona ajardinada preparada para ser depositadas las cenizas en un único punto, con la posibilidad de colocar una placa conmemorativa.
En la planta semisotano está el depósito de cadáveres, sala de autopsias y tanatopraxia, el despacho del forense, una sala de conservación con capacidad para 25 féretros y dependencias para vestuario del personal.
